Desde hace años, cuando me entero de una nueva "misión espacial", entre otras cosas, se me viene a la cabeza una porra personal: ¿va en serio (dentro de lo que cabe), o es "fake" para trincar la pasta que cuesta?.
Muchas misiones a Marte se han perdido en el espacio. Y hace nueve días salió para la Luna, la nave ¡Peregrine!, privada, de la empresa Astrobotic Technology, con sede en Pittsburgh, Pensilvania. Nave privada pero misión para la NASA (paga la NASA, pagan los contribuyentes, como siempre que no hay negocio). Tenía como objetivo principal un alunizaje suave en la cara oculta de la Luna, en una región conocida como Sinus Viscositatis, y hacer experimentos con un unos instrumentos científicos de la NASA.
Ahí hay varios ingredientes que mmm. Pero la cosa se me pone más rara cuando la nave ha llegado a estar en órbita lunar, y, ooops; sufre una fuga de combustible. No puede alunizar.
Vale. Una navecita en órbita lunar que ya no sirve para nada porque tiene una fuga de combustible. PEEERO ¡sí le da para volver a la Tierra!. No la mandamos al Sol, mira que el Espacio es grande. En este caso nos entra al máximo el instinto de no dejar basura en el Espacio y nos la traemos a la Tierra. El plan es que se queme todo lo que se pueda en la entrada a la atmósfera, y los trozos que queden, que caigan a la Tierra, esperan que en el mar. O sea; la basura para el mar terrestre (o para la casa del paisano si la cosa se desmanda).
Mira, otra vez que no entiendo muchas cosas y me sale la cosa esa de mal-pensado. ¿Llevaría realmente todos los equipos e instrumentos?, ¿habrá llegado realmente a órbita lunar?, ¿no estaría diseñada para ir nada más que a la vuelta de la esquina?.
Pues una vez más, no sé si este caso es "fake", pero sé dos cosas: que si se monta un misión de serrín al coste de la misión oficial, hay un buen dinero que se queda alguien, y que hay bastantes misiones espaciales que huelen a incidente antes de salir.