Me alegré de la salida de Sergio Ramos del Madrid.
Un jugador que le ha dado mucho al Real Madrid, como también al revés. Yo creo que es de los pocos jugadores cuya cuenta con la entidad que le paga, ha quedado compensada; las dos partes han dado a la otra, la misma cantidad de valor, cada uno en su forma. Incluida la vida de las rentas que ha hecho Ramos, desde que se ganó "la 13".
Desde la siguiente temporada a "la 13", la temporada de Lopetegui, el equipo ha adolecido de una renovación de jugadores, empezando por Sergio Ramos, por diversas razones, tanto en general como en su caso.
Concretamente, Sergio ha sido capitán del equipo y defensa central. Y precisamente, desde la siguiente temporada a "la 13", ha faltado un capitán que ordenara el equipo correctamente, tanto dentro como fuera del campo. En esa función, Sergio ha generado el caos.
Sergio Ramos lo ha querido todo, cada vez más, hasta límites fuera de lugar.
Ha querido un Balón de Oro, y ha sabido que es muy difícil que se lo den a un defensa. Por eso se aficionó mucho más de la cuenta a hacer de delantero. Tanto que, ni con veintitantos años puedes hacer de defensa y de delantero, no digamos con treintaitantos.
Desde la temporada siguiente a "la 13", con Ramos, ha sido habitual que el contrario cogiera a la defensa del Madrid en pelotas. Con Marcelo también, que sin pretender el Balón de Oro, también le molaba el ataque más que defender, pero el caso es que ambos salían a jugar de defensas. La cantidad de veces que han hecho gol al Madrid cuando Marcelo y Ramos todavía estaban por el centro del campo "bajando", ya con "la merma" en el cuerpo.
Tampoco como capitán ha funcionado desde "la 13". Aunque la cosa ha ido mejorando por el resto de jugadores, no por su dirección; no solo la defensa, el equipo entero ha sido un desastre de organización sobre el campo, y no por el entrenador, salvo con Zidane, sino porque el equipo, entre jugadores acabados, con tantos títulos ganados, y con demasiadísimo fútbol en el cuerpo cada temporada, necesitaba un liderazgo dentro del campo que supiera motivar y generar el fútbol. Ese era el cometido de un capitán, que además juega en el eje central vertical. Sergio ha fallado en ese cometido también.
Si a todo eso le sumas creerse, como se suele decir; "el dueño del club", con desplantes hacia el presidente, hacia el club, hacia otros jugadores en plan "el jefe soy yo", cuando los demás ven en el campo que "el jefe" habitualmente no está (o como mínimo; no está donde debe estar)… pues se tiene un desastre de equipo.
Los faroles del equipo chino y que se le dejara salir gratis, el de esta temporada rechazando ofertas del Madrid, que luego, rebajadas, ha intentado coger. El borrarse de un partido en que el club se jugaba la vida en una Champions (y la perdió) para que le grabaran un documental, o lo que es lo mismo; por trabajar para la marca "Sergio Ramos" antes que para el Real Madrid.
Aquello que le dijo a Florentino en el vestuario delante de todos: "si no te gusta lo que he hecho, me pagas el finiquito y me voy", pues Florentino ha aceptado el órdago pero con inteligencia y con devoción al Real Madrid: en el momento que al club le ha interesado con sobradas y diferentes razones, y en la forma más adecuada.
No es Sergio Ramos el primer jugador emblemático que entra en esa nube de irrealidad y egoísmo, con el error absurdo de jugar con unas cartas que realmente no tienen ya (Raúl, Hierro, Iker Casillas, Cristiano Ronaldo, etc). Lo mejor para ambas partes es una "interrupción temporal de la convivencia", como dice la prensa rosa cursi cuando se separan infant@s, príncipes, y reyes.
Porque si no; se pasa de ser gloria a lastre.
Raúl tuvo un tiempo muy fructífero de fútbol e ingresos después del Madrid.
Por el contrario, hay gente más humilde de pensamiento en su relación con el Madrid. Por coger un ejemplo cercano en este sentido: Luka Modric.