Me comentaba hoy un amigo:
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El objetivo era aterrorizar a la población para que fuesen corriendo a meterse en el cuerpo “Dios sabrá qué”, y para conseguirlo demostraron que controlan gobiernos, medios de comunicación, farmacéuticas, sistemas sanitarios… y si esto fuese poco, han trabajado intensamente durante décadas para que los seres humanos tengan un cúmulo de creencias falsas que las han integrado en sus intuiciones.
El problema no está en el teléfono móvil, ni en el paracetamol, ni en el tendido eléctrico, sino en quienes tienen el control de todo esto. Los gobernantes son títeres de quita y pon, y aunque a algunos se les detuviese, nada cambiaría porque la gente ni se entera de que los rojos, los azules, los verdes o los multicolores son todos igual de obedientes con un plan que no se ha hecho público, pero es el que siguen ellos y nos afecta a todos.
¿A cuántos se ha detenido por lo sucedido durante la pandemia? Quienes han diseñado este juego están fuera del tablero, aunque son los que reparten las cartas. ¿Hay alguien que no juegue? Nadie. Aunque sea a regañadientes y lanzando improperios contra esa gente, todos jugamos. Aunque sea para oponernos, jugamos. Sí, bueno, conozco a una persona que se marchó a Sierra Morena, a vivir en una casería al margen de todos y de todo. Una persona.
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Todo muy bien, aunque yo creo que si se juega para oponerse; bien entrado en el juego.