Nueva Zelanda
Jacinda Ardern, primer ministro de Nueva Zelanda desde Agosto de 2017, de quien tengo dudas de que ese fuera su nombre de pila, pertenece a un grupo de mandatarios o cónyuges de éstos, de los que es difícil encontrar y contrastar ciertos datos, que por ser personales pueden quedar como quieran ell@s.
Políticamente pertenece a otro grupo, solapado a ese otro, que tienen comportamientos que a muchos nos parecen a la altura de dictadores históricos, solo maquillados, al menos de momento, por circunstancias que desgraciadamente pudieran desvanecerse y tener a estos personajes en su pura salsa de cara a la sociedad (
de lo peor que se puede tener).
Este personaje dice cosas como:
"Rechaza cualquier información que no sea del gobierno. Seguiremos siendo tu única fuente de la verdad". Tu única fuente de la verdad. Es que la cosa es gorda.
Asegura con orgullo que está creando en Nueva Zelanda dos clases de ciudadanos: los de primera, vacunados, y los de segunda, no vacunados.
Dijo que estudiaría la posibilidad de colocar pulseras en los tobillos, para saber si las personas se "auto-aíslan" a causa del Coronavirus. Cualquier excusa es buena para poner en práctica eso que decía… lo que les gusta someter a los demás…
"No habrá un punto final para este programa de vacunación". Este mantra fue dicho exactamente igual por otros políticos del Five Eyes Club (Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda). Lógico, ya que es un objetivo fundamental y permanente de los sacerdotes del NOM (anglosajones y judíos sionistas). Jacinda y otros ejecutan lo que manda esa iglesia.
"También hemos visto la difusión de información errónea sobre COVID a través de las redes sociales. Por eso, establecimos como prioridad un 'fondo de periodismo de interés público' para ayudar a nuestros medios a seguir produciendo historias".
¿Hace falta ponerlo más claro?.