Los coronavirus tienen tres partes: espícula, cápside (la bola), e interior.
De CoV2 solo tenemos "algo", de la espícula. No hay noticias del cápside (ni de su interior). Puede ser que el virus SARS-CoV-2 consista solo en la espícula, lo cual redunda en la procedencia de laboratorio. Y por cierto; a fecha de hoy: SARS-CoV-2 no existe aislado en ningún cultivo físico, solo en modelos digitales.
La espícula, técnicamente, es: la proteína de espícula (S).
La proteína S de la espícula es lo que inyectan en las vacunas COVID vectorizadas (su ADN) y lo que ponen a producir a las células humanas en las vacunas COVID de ARNm (Pfizer y Moderna, de momento).
Se trata de una proteína sintética, que causa daños graves, es tóxica, y está diseñada para ser altamente eficiente y resistente; es un arma biológica (como arma biológica, las hay más potentes y letales, pero CoV2 entra dentro de esta categoría, lo cual explicaría por qué no se ha tenido, oficialmente, en EEUU, Francia, etc.).
En las vacunas COVID, la espícula va encapsulada en un envoltorio lipídico, para protegerla, donde además van: el ARNm y óxido de grafeno, que también es tóxico, y con el que se pueden crear circuitos y transistores a escala nanométrica.
La espícula tiene características en algunas de las cadenas de nucleótidos, que le confieren dos capacidades especiales: por un lado la eficiencia (se puede replicar 100 veces más que una cadena ARNm normal) y por otro lado la capacidad de "engañar" a la célula infectada, haciéndole creer que es una proteína endógena en lugar de vírica.
El receptor de la espícula en el cuerpo humano; los receptores ACE2, están presentes en riñones, corazón, vejiga, intestinos, en la pared celular interna de todos los vasos sanguíneos (llamadas células endoteliales), etc., etc., y en muy poca cantidad; en los pulmones.
La respuesta inflamatoria y trombótica provocada por la proteína de la espícula es la base de los efectos adversos cardíacos y pulmonares, así como la inflamación de las células endoteliales, que se observan en la COVID-19. La proteína de la espícula también es capaz de activar los macrófagos, induciendo otras formas de respuestas inflamatorias. Además, la proteína de la espícula puede dañar y atravesar la barrera hematoencefálica. La pérdida de la integridad de esta barrera desencadena una respuesta proinflamatoria en las células endoteliales del cerebro que puede contribuir a varios de los síntomas y enfermedades neurológicas de la COVID-19.
El daño de la espícula en el endotelio (capa interna de los vasos sanguíneos) es de dos maneras. Por un lado al expresarse en la membrana celular y provocar microtrombos (las plaquetas intentarían reparar esas protuberancias celulares) y por otro al ser marcada la célula para destrucción una vez que empezamos a producir anticuerpos que se vinculan a la proteína S (estaríamos hablando de autoinmunidad, trombosis y sangrado) que sería la explicación a los sangrados abundantes y con grandes coágulos que experimentan las mujeres cuando tienen periodos irregulares. El tejido del endometrio es especialmente sensible a este tipo de daño y sangrado.
También hay altísima probabilidad de que la espícula se acumule en los testículos del varón, produciendo esterilidad, no sabemos si temporal o permanente. Ya se ha constatado que esto ocurre con otros coronavirus como SARS y MERS. Por mecanismos similares, también puede provocar infertilidad en las mujeres.
Y no olvidemos que la espícula muy probablemente, tiene la capacidad de integrarse en el genoma del hospedador (modificarnos genéticamente sin vuelta atrás), y que nadie sabe qué consecuencias tendrá a medio / largo plazo, pero de entrada, eso supondría ejecutar la orden de producirla; mientras esté vivo el hospedador.
¿Puede la proteína de la espícula codificada en las vacunas vectorizadas y las de ARNm, causar el mismo efecto que la espícula recibida por contagio?: Muy probablemente; sí, o algo muy parecido, con la diferencia a peor en el caso de inoculación, de que al tener orden de ser producida por las células, adquiere unos potenciales extra, como p. ej. exudarse aparte de exhalarse.