LA CLAVE MAESTRA DE TODO EL FENÓMENO COVID-19
Lo que voy a decir, ya está dicho a lo largo de este hilo, pero quede aquí a modo de resumen breve de la clave maestra de todo el fenómeno COVID-19, a partir de una nueva exposición del Dr. Peter McCulloug:
La espícula de un coronavirus es el elemento que se fija a los receptores del organismo invadido.
Por un lado tiene unas
capacidades de fijación, y por otro, puede tener unas
características intrínsecas de producir algo más. Atención: por sí sola, sin necesidad del resto del coronavirus.
La espícula puede constituirse en virus por sí sola.
El SARS-CoV-2 es un supuesto virus
NO AISLADO, aunque sí con patentes sobre él desde mucho antes de 2019 y que solo existe en las bases de datos oficiales de virus, mundiales, como un
constructo informático.
De hecho, el constructo diseñado en ordenador es solo la espícula. Espícula diseñada para tener especiales y potentes características de conexión y fijación, mediante todo lo conocido sobre "ganancia de función", y por otro lado, espícula con unas características intrínsecas de producir algo más, consistentes en ser altamente trombótica, trombogénica, a diferencia de los coronavirus clásicos, que no ya por la espícula, sino por todo el virus completo, lo que producen son patologías respiratorias (catarros, gripes, etc).
Es decir,
la espícula del SARS-CoV-2: se fija con mucha facilidad y tiende a formar trombos allí donde se fija.
Esto último es
una de las claves también maestras de la COVID: la comunidad médica fue inducida, o más bien obligada, a tratar la COVID como una enfermedad respiratoria, cosa que no es, obviando por completo la patología vascular que realmente es. Así; llegó la histeria de conseguir máquinas "respiradores", que aplicados a los enfermos COVID, no solo no les mejoraban, sino que los comprometían, en la mayoría de los casos que se aplicaban; hasta la muerte.
La comunidad médica NO FUE CAPAZ DE DISCERNIR lo que estaba pasando.
Asumieron protocolos oscuros, ilógicos, y practicaron el rodillo en la opinión y legislación sanitaria (pero desde la matrix fueron respaldados, p. ej., con la consigna a toda la sociedad, de aplaudirles a las 20h desde las ventanas, y con incentivos económicos a hospitales y unidades, por asumir esos protocolos),
hasta que unos médicos italianos "se salieron de la matrix":
Las autopsias, la fuente fundamental para saber de qué muere la gente; ¡estaban prohibidas! en los protocolos establecidos desde "los sabios" ¿? que emanaban de los gobiernos, en una absoluta coordinación mundial, con la OMS como "speaker" mundial.
Pero unos médicos italianos se saltaron los protocolos establecidos, e hicieron autopsias. Resultado: se dieron cuenta de que la gente no moría de patologías respiratorias, SINO VASCULARES.
Los respiradores a la basura, y a partir de ahí; los tratamientos y los resultados cambiaron por completo. "Fallo en Matrix", que diría nuestro amigo.
Sucede que cuando nuestro organismo es invadido por un agente que cataloga como extraño o dañino, nuestro sistema inmunitario (SI) pone en en marcha mecanismos para contrarrestarlo y para deshacerse de él. Aunque el agente haya llegado a lo más interno de nuestro organismo, el SI intenta aislarlo (en sus múltiples copias de millones y millones de unidades) como vesículas que intenta llevar hacia el exterior para expulsarlas. Este es el mecanismo de formación de exosomas, que son nuevas expresiones del virus, quizá algo mutadas por la interacción con el anfitrión, y que llegan al exterior del organismo infectado por todas las vías que encuentra, p. ej.: exhalación, exudación, defecación, constituyéndose potencialmente en una propagación del agente (contagio).
Pero ese virus queda sujeto a adaptaciones, que normalmente evolucionan hacia encontrar la mejor convivencia con los anfitriones, y a otras circunstancias, como las ambientales (no hay muchos coronavirus, gripes, etc., activos en verano), que pueden hacerle decaer en sus capacidades previas.
¿Nos hemos librado así, con su evolución, del SARS-CoV-2 (de la espícula en realidad)?.
NO. Para eso están las vacunas.
Las vacunas "contra" el SARS-CoV-2, curiosamente, lo que hacen es dar al organismo humano la información genética de la espícula del SARS-CoV-2, y la orden de que la produzca (con todo lo tóxica, trombogénica, que es). Solo con esto, nos podemos hacer idea de lo aconsejables que son estas vacunas, y atar cabos de muchas cosas que están pasando, como la enorme cantidad de gente que ha conseguido no contagiarse durante año y medio o dos años, y se ha contagiado, y varias veces, justo después de vacunarse. Y aparte
están los otros componentes dañinos, de otros tipos, que llevan las vacunas, algunos, saltándose legislaciones, p. ej. la española; no declarados, no referenciados, delarados secretos, pero aceptados y acogidos bajo "aprobaciones de emergencia".
Otro de los efectos de estas vacunas es cambiar el sistema inmunitario desde algo puramente natural, de amplio espectro, a otro "regentado", que de entrada tiene poca información para saber qué tiene que considerar extraño o dañino. Motivo por el que estas vacunas producen inmunosupresión, inmunodeficiencia.
¿Quieren un dato que respalda todo lo dicho hasta ahora en cuanto a construcción del virus y las vacunas?. El Director Técnico de Moderna
encajó las piezas.
Pero, ¿cómo empezó todo, cómo soltaron la espícula?. Probablemente todo empezó con inoculaciones, y a partir de ahí se produjo la propagación por el proceso explicado de exosomas. Una evidencia de esto es el llamado
Informe Barbastro, que correlaciona, al inicio de la plandemia, los casos de COVID-19 y la vacuna antigripal previa.
Ver también
ACCIÓN DE LA PROTEÍNA S EN LOS INOCULADOS.