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Estimados miembros de Akasha Comunidad (NdE: Dra. Karina Acevedo Whitehouse):

Hace un par de días compartí con ustedes un estudio muy importante, que logró atravesar la neblina de la censura al darle un "giro ambiental" a un estudio que originalmente era biomédico. En esta ocasión, quiero compartir con ustedes otro estudio que fue realizado con la intención de estudiar efectos de la proteína Spike en animales acuáticos expuestos de forma incidental a dicha proteína. Oliveira Gonsalves y colaboradores publicaron un estudio titulado (traducido del inglés) "¿Pueden los fragmentos de SARS-CoV-2 inducir inestabilidad genómica y daño en el ADN del guppy, Poecilia reticulate, el efecto inesperado de la pandemia de COVID-19?".

El objetivo del estudio fue evaluar los posibles efectos mutagénicos (es decir, que ocasionan mutaciones en el genoma) y los efectos de genotoxicidad (es decir, que dañen la integridad del genoma) de fragmentos (se conocen como ‘péptidos’) de la proteína Spike del virus SARS-CoV-2 en individuos adultos del modelo animal pez Guppy luego de una exposición ambiental.

Para eso, usaron péptidos de la proteína Spike que fueron sintetizados en el laboratorio (nota para los que aman la bioquímica: los péptidos de Spike son nombrados PSPD-2002, y su secuencia de aminoácidos es: Gln-Cys-Val-Asn-Leu-Thr-Thr-Arg-Thr-COOH; con un peso molecular de 1035.18 g/mol). Crearon dos grupos de peces adultos (todas hembras no gestantes): el grupo expuesto y el grupo control, y fueron aclimatados por unos días en tanques de experimentación con agua sin cloro. El grupo expuesto recibió en el agua PSPD-2002 durante 10 días, a una concentración de 40 μg/L (lo que corresponde a concentraciones biológicamente relevantes, y que se calculó con base en la identificación de partículas virales en el agua y a los ensayos de cuantificación de ARN del virus en muestras ambientales).

Después de 10 días de exposición, los peces que habían sido expuestos a los péptidos de Spike tuvieron más alteraciones nucleares y más daño en el ADN, lo que significa que esta proteína puede ocasionar inestabilidad genómica y genotoxicidad. Vieron, además, que el daño genómico y mutaciones estaban directamente correlacionados con el incremento en la peroxidación de lípidos del cerebro e hígado de los peces, así como inversamente relacionados con la actividad de las enzimas superóxido dismutasa y catalasa.

Lo que significan esos resultados observados es preocupante, ya que el daño en el ADN de las células, y la mayor tasa de mutación como resultado de la exposición a los fragmentos de Spike, implican que puede ser afectada la capacidad de reparación del ADN de esas células. Si esto ocurre puede alterar el ciclo celular, desregular la expresión genética, y conducir a la ocurrencia de diversos tipos de cáncer. Además, el incremento en la peroxidación de lípidos en cerebro e hígado puede conducir a daño neurológico, metabólico y endocrino.

No se trata de un estudio único que haya encontrado evidencia del daño que resulta de la exposición incidental a fragmentos de esta proteína. Efectos semejantes ya habían sido demostrados en anfibios, peces, e insectos (vean: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34216962/, https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34333265/, https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/35176694/). Específicamente, esos estudios habían mostrado que los péptidos de Spike podían inducir comportamientos de ansiedad, y un incremento en la actividad de una enzima, la acetilcolinesterasa (AChE) importantísima para el sistema nervioso, que rompe a la acetilcolina, el neurotransmisor que permite la conexión entre neuronas y músculos. Los animales expuestos a fragmentos de Spike también tenían alteraciones en su desarrollo y un desbalance en sus mecanismos de óxido-reducción (un incremento en sus niveles de especies reactivas de oxígeno, peróxido de hidrógeno y malondialdehido, que conducen a un estado de inflamación marcado).

En conjunto, los estudios que aquí menciono confirman que incluso una exposición ambiental de corta duración (24 horas) a los péptidos de Spike es suficiente para afectar la salud de los animales. Como investigadora del área de la inmunología y salud de poblaciones animales silvestres, me preocupan mucho los resultados de estos estudios, y también me dan ideas sobre algunas preguntas que podría estudiar directamente en mis especies de estudio.

Aclaro que los autores restringieron sus observaciones al impacto en las poblaciones de peces en ecosistemas dulceacuícolas, y no hicieron comentario alguno sobre lo que implican sus resultados para el humano (sabia decisión, o no creo que se los hubieran publicado), quien está recibiendo directamente la proteína Spike luego de que sus células que recibieron el ARNm sintético (Pfizer/BioNTech o Moderna) o los vectores adenovirales (AstraZeneca, Janssen, Cansino, Sputnik), la producen, o luego de que se les aplican directamente los péptidos de Spike (Novavax y otras). Si esos efectos se observan por la exposición ambiental (no la inoculación, sino estar en contacto – en el caso de los peces, en el agua - con esos fragmentos proteicos desechados), ¿cuál será el efecto de recibir o producir mucha más proteína Spike por las inoculaciones, y, sobre todo, por las inoculaciones repetidas?.

Antes de exclamar, iracundos (hay mucho iracundo, ¿qué le vamos a hacer?) "pero lo vieron en peces, y nosotros no somos peces", les quiero recordar que somos muy parecidos genéticamente a los peces (al fin y al cabo, los teleósteos, o peces óseos) comenzaron el linaje de los vertebrados mandibulados (como nosotros) hace algunos milloncitos de años. Tienen el mismo sistema inmune que nosotros, y su fisiología celular y molecular es idéntica a la nuestra. Cualquier científico responsable, y no aterido en su conciencia, se vería obligado a preguntar: i) ¿cuál es el destino de la proteína Spike vacunal y de los fragmentos luego del catabolismo en el organismo?, ii) ¿ocurren esos efectos observados en animales modelo (daño en el ADN de las células, acumulación de mutaciones, alteración en los procesos de óxido-reducción) en personas inoculadas?, iii) ¿la proteína Spike vacunal o sus péptidos son eliminados en la saliva, orina, semen y heces?, y iv) si es así, ¿el contacto con esos péptidos y su absorción por la piel o mucosas puede suscitar efectos tóxicos?.

¡Caramba…!. Qué curioso que luego de tanta crítica estólida, hecha por personalidades acéfalas, hacia los veterinarios e investigadores científicos de animales silvestres que osamos explicar aspectos de inmunología, microbiología, toxicología y epidemiología importantes sobre COVID-19, y luego de numerosos comentarios cenutrios sobre la inviabilidad de que alguien "que trabaja con animales acuáticos" pueda comprender lo que está ocurriendo, sean precisamente esos animales acuáticos los que están dando la información necesaria para comprender tantos eventos "inesperados" en personas inoculadas.

Dejemos que hablen los otros animales que estudiamos; me parece que tienen mucho, mucho más que decir (y sin conflicto de intereses) que los humanos.
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Akasha Comunidad (Dra. Karina Acevedo Whitehouse):

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1) entre más inyectado, menos protegido, y 2) no hace falta protegerse contra algo que tiene cada vez menos virulencia – ahora menor que la influenza estacional, que en la mayoría de la gente cursa como un catarro, y que, además, tiene muchos tratamientos seguros y efectivos.
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Sabemos que este verano estamos teniendo una sobre-mortalidad. A este respecto algún medio de comunicación, financiado por los globalistas, claro, ha apuntado a que parte de las muertes adicionales (recordemos que no son por COVID o que no han tenido una PCR positiva) se deberían al calentamiento global (ese que producen las fumigaciones continuas) y parte se debería a la relajación de la gente (¡qué incívicos y asesinos!) así como la propia plandemia.

En ningún momento han planteado que la sobre-mortalidad, siendo tan elevada, se tiene que deber a algo que sea distinto y extraordinario, y eso corresponde exclusivamente a las terapias génicas, mal llamadas vacunas.

En este artículo, muy bien documentado, de Steve Kirsch, podemos ver una explicación que tiene todo el sentido y que se corrobora estadísticamente. La mayoría de nosotros esperábamos que las "vacunas" causaran muertes de manera inmediata (y a algunos les ha ocurrido así) pero se ha observado que los picos de fallecimientos se han dado 5 meses después de la inoculación (NdE: de momento, no hay histórico). En 2021 la sobre-mortalidad arrancó en verano. Y se puede ver que con cada dosis del veneno, los tiempos se acortan, así la tercera dosis causaría muertes en un tiempo más reducido.

También podemos ver que la mayoría de estas muertes que suceden con ese retardo de 5 meses, ocurren por ictus, o infartos, o paradas cardio-respiratorias. Y hay que tener en cuenta que en verano se producirían más muertes al aumentar la actividad física y por tanto la exigencia a un corazón que podría estar seriamente tocado por las lesiones que producen las "vacunas". Esto lo hemos podido ver en el caso de deportistas profesionales que día sí, día también, están falleciendo en competición o entrenamiento.

Si hemos perdido algún familiar por alguna de estas causas y estaba inoculado, no estaría de más contar los meses que han transcurrido desde la última inoculación hasta el fallecimiento por accidente cardiovascular o cáncer.
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Mensaje relacionado: viewtopic.php?p=674#p674

En esta tanda de farsantes con resultados criminales, tenemos también al Ministro de Sanidad belga, que hace el numerito ¡hasta con la capucha de la jeringuilla puesta!:

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Pinchazos falsos de famosos también falsos, para hacer propaganda de las "vacunas". Cristina Fernández de Kirchner. Ministro de Sanidad belga. Argentina. Bélgica.

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En este estudio que se publicó en la revista Nature en Febrero de este año, demuestran que las mascarillas que nos han obligado a llevar durante tantos meses contienen dióxido de titanio (nano partículas) que han demostrado ser cancerígenas.

¿Qué podemos esperar?. Sin ninguna duda veremos un repunte en casos de cáncer de pulmón, especialmente en personas inoculadas, en las que la proliferación es muy rápida y es difícil de abordar. No deja de ser curioso que el estudio, para poder ser publicado, alabe las bondades de las mascarillas durante la plandemia. Y todo esto para evitar el contagio de un virus que no existe. Nadie lo ha visto y nadie lo va a ver (aislado, caracterizado, fotografiado y cultivado) a partir de una muestra biológica de una persona "infectada".

Y es que acabaremos cuestionando y probando que no hay virus, ni infección ni contagio. Pero esto lo veremos poco a poco en los programas de Vivir con Salud de la nueva temporada.

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SARS-CoV-2 / COVID - La farsa

Un buen artículo "anti-estas-vacunas", muy consistente y fundamentado. Raro en un medio de consideración.

https://diario16.com/aumento-de-mortalidad-inexplicable

Actualización sobre muertes y efectos adversos graves en España, según los datos del último informe de farmacovigilancia:


(Recuérdese que estos números se sacan sobre datos notificados y reconocidos por la autoridad sanitaria, es decir; razonablemente, quedan fuera muchos más casos).


Muertes:

3.742 (como la cifra más conservadora)
19.436 (como la cifra más elevada)
7.847 (como la cifra más probable; se obtiene restando a la más elevada la más conservadora y dividiéndola por la mitad)


Efectos adversos graves:

110.695 (conservadora)
574.867 (elevada)
232.086 (más probable)

Estudio de recopilación de trabajos sobre la influencia de la proteína espiga en las muertes súbitas.

https://telegra.ph/RESUELTO-SPED-ENFERM ... USA--09-20

Mientras, los ejecutores siguen con sus planes y su entusiasmo.